lunes, 6 de enero de 2025

LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA EL DOMINGO 12 DE ENERO EN EL SALÓN IDEAL A LAS 10H30’ LA PELÍCULA DE ANIMACIÓN “LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS” (1988) DE ISAO TAKAHATA

Pudiera parecer una perogrullada, pero las guerras (todas las guerras) tienen diversas consecuencias. Buenas para unos, malas para otros. Depende de quién, o de quienes, las ganan. Japón perdió (¡y de qué manera tan brutal!) la que le tocó librar contra los Aliados durante la mortífera (más de 70 millones de muertos) Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tragedias que, con mayor o menor acierto y fidelidad histórica, ha abordado el Séptimo Arte en numerosas ocasiones a lo largo de sus 130 años de existencia. Sin embargo, pocas han sido las veces que el cine de animación las ha puesto en escena. Por citar algunas de ellas, mencionaríamos, por ejemplo, las de las películas norteamericana e irlandesa “El gigante de hierro” (1999), de Brad Bird, y “El pan de la guerra” (2017), de Nora Twomey.  


La japonesa “La tumba de las luciérnagas”, producto de los famosos estudios de animación Ghibi, y realizada por el director de la serie “Heidi” Isao Takahata (1935-2018), se sitúa en el verano de 1945, es decir, durante los intensos y funestos bombardeos norteamericanos sobre Japón, y narra la historia de dos hermanos inseparables, Seita y su hermana pequeña Setsuko, que habiendo perdido a su madre, y ante la ausencia de su padre, un oficial de la Marina Imperial Japonesa, intentarán sobrevivir desesperadamente en un mundo que no dispone ni tan siquiera de lo más básico.

La emotiva cinta, además de ser un alegato rotundo contra la guerra y sus estragos, es técnica y artísticamente todo un éxito. Una película de culto en nuestros días. Un triunfo difícil de prever cuando se sabe que el destino del cine de animación es casi exclusivamente el de un público infantil. 

 


 

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