EL DOMINGO 7 DE ABRIL LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA EN EL SALÓN IDEAL A LAS 10H30’ LA PELÍCULA “UN NUEVO MUNDO” (2021) DE STÉPHANE BRIZÉ

 

Estamos ante una película que hace cavilar al espectador durante todo su metraje. Por cierto, intenso y sin tregua alguna. En primer lugar, porque lo sitúa en una inclemente realidad difícil de objetar. Es decir, en el día a día de quienes  venden su fuerza de trabajo para poder vivir; y después, porque es complicado que el común de los mortales asimile que una gran empresa que obtiene beneficios prepare un plan de despidos para deshacerse de varias decenas de trabajadores/as. Pero, sobre todo, porque desconcierta que según avanza la elaboración del plan mencionado sea un alto dirigente de la multinacional en cuestión quien se oponga frontalmente a la ejecución del mismo.

Un responsable de una planta regional de la multinacional norteamericana Elsonn que, además, sufre una grave crisis familiar debido al ritmo de vida profesional que se ha impuesto. Pero los negocios (es notorio) no entienden de sentimientos ni de pusilánimes estados de ánimo. Sólo el dinero cuenta. Los beneficios contantes y sonantes que exigen y esperan los/as accionistas de las grandes empresas del mundo capitalista. Un mundo despiadado que Stéphane Brizé (Rennes, 1966), director de las excelentes No estoy hecho para ser amado (2005), Mademoiselle Chambon (2009) o En guerra (2018), muestra sin tapujos en una cinta bien narrada desde sus imágenes iniciales, con un guión sin fisuras y unas magníficas interpretaciones (especialmente las de Vincent Lindon y Sandrine Kiberlain) que hacen totalmente creíbles tanto sus dolidos personajes centrales como la propuesta de construir “un mundo mejor” que lleva implícita el título de este impactante y emotivo drama laboral.

 

 

LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA EL DOMINGO 25 DE FEBRERO EN EL CINE IDEAL A LAS 10H30’ LA PELÍCULA “ALCARRÀS” (2022), DE CARLA SIMÓN

  

Transcribimos de Wikipedia: “Alcarrás (oficialmente en catalán Alcarràs) es un municipio de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Lérida, en el oeste de la comarca del Segriá, en el límite con Aragón y a la derecha del río Segre”. Actualmente tiene una población de 9787 habitantes, y su economía se basa en la agricultura y en la ganadería bovina, ovina, porcina y avicultura”. Hasta aquí, esos elementos para situarnos geográfica y económicamente en el meollo del asunto. Para Carla Simón (Barcelona, 1986), directora talentosa de su ópera prima Verano 1993 (2017), “Alcarràs – su segunda producción - trata de una historia sobre la pertenencia a una tierra, a un lugar. Un drama sobre las perpetuas tensiones generacionales”, pero también – añade - “sobre la importancia de la unidad familiar en tiempos de crisis”.

Efectivamente, de todo eso nos habla la cineasta catalana y la familia Solé  en el galardonado filme. Una parentela que después de ochenta años cultivando la misma tierra se reúne para realizar juntos la última cosecha. La del melocotón que ya no es lo suficientemente rentable como para continuar la explotación. Pero ¿no rentable, para quién? Según vemos, para grandes empresas que, en el caso presente, especulan sin escrúpulos sobre la instalación de placas solares en detrimento (o desaparición) de las actividades agrícolas. ¿No suena esto a algo que está ocurriendo en estos días?

Por tanto, estamos ante un drama rural familiar que, además de  quemarse de actualidad, hace reflexionar sobre el tipo de sociedad que queremos y sobre el futuro de los pequeños  agricultores. Una película coral que tiene el valor añadido de estar protagonizada por actores no profesionales, pero que saben de lo que hablan.

 

 

LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA EL DOMINGO 4 DE FEBRERO EN EL CINE IDEAL A LAS 10H30’ LA PELÍCULA “ENCADENADOS” (1946), DE ALFRED HITCHCOCK

 

François Truffaut (1932-1984), uno de los cineastas más interesantes de La Nouvelle Vague francesa de los años 1960, considera en su famoso libro de entrevistas “El cine según Hitchcock” que “Encadenados” “representa la quintaesencia del cine de Hitchcock”. “De todas sus películas la que yo prefiero”, apostilla el realizador de las excelentes “Los 400 golpes” (1959) o “Besos robados” (1968). Convincente aval del director galo para una película que sorprende y entusiasma; décimo largometraje desde la llegada del maestro del suspense a Hollywood en 1939, y después de haber dirigido películas tan espléndidas como “Rebeca” (1940),  “Sospecha” (1941) o “Recuerda” (1945).

En “Encadenados”, Alfred Hitchcock (Londres, 1899 - Los Ángeles, 1980) quería contar una historia en la que una mujer se entrega a la esclavitud sexual por intereses políticos. Sin embargo la idea un tanto perversa evolucionó con el tiempo; en primer lugar, debido al trabajo del guionista Ben Hecht, conocido como “el Shakespeare de Hollywood”, y, en segundo término, por el contexto histórico en el que se rodó el filme: durante Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Ambas circunstancias impusieron la historia definitiva: tras la catástrofe mundial, un agente del FBI (Cary Grant) consigue la colaboración de la hija de un espía nazi (Ingrid Bergman), para  atrapar al cerebro de un grupo de nazis refugiados en Brasil.

El filme, mezcla de sencillez temática, elegancia y sofisticación, cumple con las reglas astuciosas del realizador londinense, atrapando al espectador de principio a fin. Conteniendo secuencias inolvidables, de un excelso estilo cinematográfico que, los incautos, dicen estar fuera de moda hoy. 

Programación Cine y Chocolate 2024

 

EL DOMINGO 7 DE ENERO DE 2024, LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA A LAS 10H30’ EN EL SALÓN IDEAL LA PELÍCULA “AS BESTAS” (2022), DE RODRIGO SOROGOYEN

  

As Bestas no es una película cualquiera. Es decir, no es una de esas pelis que saliendo del cine se olvida. Al contrario, ésta deja profunda huella. Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 1981), director del excelente filme El reino (2018) o de la impactante miniserie Antidisturbios (2020), es el responsable de ello contándonos una historia que corta el aliento. Una historia compuesta de capas devastadoras que, fundida en el thriller, el western reubicado y el más intenso drama rural, conduce al espectador/a por caminos llenos de tensión e incertidumbre.

Pocas películas impactan tanto como esta coproducción hispanofrancesa realizada en 2022. Por citar algunos ejemplos, tendríamos que viajar a los años  1970 para con Perros de paja (1971), de Sam Peckinpah o Defensa (Delivrance) (1972), de John Borman, encontrar algo digno y comparable. Pero allí, donde el paso del tiempo ha dejado ya arrugas ineluctables, aquí, en As Bestas, el nervio narrativo y su candente actualidad temática sitúan al espectador/a en la realidad de hoy, zarandeándole y haciéndole partícipe de todo cuanto ocurre en la película, que, por otra parte, está basada en hechos reales (los sucesos de Petin, Orense, 2010).

 

Así, Rodrigo Sorogoyen, apoyándose en esa realidad configura la vida de los ecologistas Antoine y Olga (impresionantes Denis Ménochet y Marina Foïs) que hastiados de la sociedad de consumo se instalan en una pequeña aldea de la Galicia profunda y vaciada de nuestros días para intentar emprender una nueva existencia. Eso, claro está, sin contar con la reacción de los hermanos Anta (inconmensurable Luis Zahera) que, por su parte, no soportan la miseria reinante en el lugar. Condiciones propicias para el enfrentamiento de inopinados intereses.

 

 

EL DOMINGO 3 DE DICIEMBRE EN EL SALÓN IDEAL A LAS 10H30’ LA “ASOCIACIÓN BASTETANA CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA LA PELÍCULA “EL BUEN PATRÓN” (2021), DE FERNANDO LEÓN DE ARANOA

 Es vox pópuli que existen “malos” y “buenos” patrones. Los primeros – asegura esa fuente – sólo piensan en ganar dinero, cuanto más mejor. Para ellos los currantes son simples engranajes de una máquina que debe funcionar impecablemente para conseguir forrarse. Y si por casualidad los dividendos deseados no llegan, pues se hace una remodelación empresarial y se pone de patitas en la calle hasta al más pintado. Estos son los “malos patrones”. 

Los “buenos patrones” en cambio son otra cosa muy diferente. Claro que sí. Para estos, las obreras y los obreros son como los hijos de una familia ejemplar. Retoños a cuidar con esmero para que todos generen muchas ganancias. Eso sí, en provecho de toda la parentela. No faltaría más. Pues bien, de eso y de mucho más, es de lo que trata esta más que pertinente e interesante película del director de Los lunes al sol (2002) Fernando León de Aranoa (Madrid, 1968). Un filme que cuenta la historia de Julio Blanco (sensacional Javier Bardem), un carismático propietario de una mediana empresa que fabrica balanzas industriales en una ciudad de provincias. Un factoría en la que el sálvese quien pueda y la ausencia de una organización sindical que encauce el descontento generalizado son la marca de la casa. 

Por eso, y ante la inminencia de la visita de una comisión que decidirá el ganador del premio a la excelencia empresarial, la actitud del “buen patrón” será la de ocuparse de sus trabajadores/as como un solícito progenitor. Ahora bien, sin olvidar los resultados económicos planificados. Así, con esas premisas, y en tono de comedia negra magníficamente narrada e interpretada, el cineasta madrileño consigue ensimismar al espectador/a sobre las desconcertantes y espantosas relaciones laborales en nuestros días. A ver sin excusa ni pretexto.

 

 

LA ASOCIACIÓN BASTETANA “CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA EL DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE EN EL SALÓN IDEAL A LAS 10H30’ LA PELÍCULA “FUE LA MANO DE DIOS” (2021) DE PAOLO SORRENTINO

 

En una entrevista hecha en Diario Público cuando salió el filme, Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) afirma que Fue la mano de Dios  “es una película sobre la sensibilidad. Y flotando por encima de todo, tan cerca y tan lejos, está Maradona, ese ídolo fantasmal, de metro setenta y cinco, que parecía sostener la vida de todos en Nápoles, o al menos la mía”. Y es que la película versa sobre este genio indiscutible del balompié, es decir, sobre su influencia mítica en el desarrollo de la historia. Una historia, finalmente, que no es otra que la del prestigioso realizador napolitano.

Fabietto Schisa (magnífico Filippo Scotti) es un adolescente candoroso a punto de ingresar en la Universidad sin saber con certeza todavía qué estudios quiere emprender. De momento observa la vida y lo que en ella ocurre de inesperado con ojos atónitos  pero bien abiertos, y, sin apenas percatarse, va almacenando todo lo que ellos ven: alegrías, tristezas, dramas familiares, etc. Hasta el día en que la desdicha le aleja de esa ingrávida existencia, y el futuro de Fabietto se echa a rodar ineludiblemente.

 

Paolo Sorrentino, autor de películas tan atractivas y sugerentes como IL Divo, Juventud o  La gran belleza, lleva en esta ocasión a la gran pantalla su relato más íntimo y personal. Una crónica cinematográfica poéticamente narrada sobre el destino, la formación de la personalidad y la familia. Pero asimismo, sobre el cine, el deporte, el amor y su pérdida. Porque como escribió con enorme acierto el genial poeta Antonio Machado: “todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar”. Y Fabietto, como papel secante absorbe todo cuanto discierne, presuponiendo que lo suyo será también pasar para lograr lo que a término ansía ser.