lunes, 26 de enero de 2015

DOMINGO 1 DE FEBRERO, A LAS 10H30’ EN EL SALÓN IDEAL DE BAZA, LA ASOCIACIÓN “CINE Y CHOCOLATE” PROYECTA LA PELÍCULA “TESTIGO DE CARGO” (1957) de Billy Wilder

El cine de Billy Wilder (Sucha, Austria, 1906 – California 2002) gira alrededor de una idea fija: la mentira es el motor del mundo. Cuando se rastrea a fondo en su filmografía no encontramos más que seres conmovedoramente patéticos atrapados en mascaradas. Vendedores de seguros cínicos y amorales (“En bandeja de plata”, 1966), apocados e ingenuos empleadillos (“El apartamento”, 1960), periodistas poco escrupulosos (“Primera Plana”, 1974) o policías convertidos en chulos por el amor de una puta (“Irma la dulce”, 1963).

Los personajes de las películas de Billy Wilder viven de falsedades, engañan y son engañados y acaban experimentando, en un momento o en otro, las desagradables consecuencias de ver arrancada la máscara que cubre su rostro. Lo que ven entonces son las verdaderas dimensiones de su miserable estatura humana. 
 
Es el caso de “Testigo de cargo”, una obra maestra del género de intriga del genial cineasta austriaco, sustentada en uno de los mejores relatos de Agatha Christie y en un guión lleno de ingenio, humor y sutil sarcasmo.

Magníficamente interpretada por tres monstruos de la época dorada de Hollywood: Tyrone Power, Marlene Dietrich y sobre todo el sensacional Charles Laugthon, la película pone en escena, en un blanco y negro espléndido, un drama judicial basado en la acusación de una rica anciana a manos de su joven y apuesto marido.

Pasión, traición y frustración son mostradas con brillantez narrativa en medio de un suspense que evoca al mejor Hitchcock (director que admiraba Wilder), al tiempo que atrapan al espectador de principio a fin.

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